MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) - Se trata de una cirugía muy compleja, han reconocido, ya que supone la reconexión de hueso, músculos, vasos, nervios y piel de la extremidad extraída de un donante cadáver al cuerpo del receptor. Además, este trasplante tenía la complicación añadida de la lesión previa del receptor, ya que en los casos de pacientes quemados por electricidad la dificultad técnica se encuentra en las cicatrices internas que tienen los tejidos, por lo que la cirugía ha requerido la reparación previa de los músculos bíceps y tríceps así como de los nervios, arterias y venas principales del brazo al nivel axilar. "Todo es dificultad, pero compensa ver como un paciente biamputado que no tolera unas prótesis y es dependiente al 100% pueda valerse por si mismo", ha asegurado Casado. Asimismo, no descartan que pueda producirse algún tipo de rechazo inmunológico, algo que consideran que entraría dentro de lo habitual, si bien creen que se podrá controlar satisfactoriamente. EL PACIENTE, "LOCO DE CONTENTO" "Ahora voy muy tranquilo, ya me irán poniendo las pautas de rehabilitación para ir recuperando funcionalidad y ver hasta dónde podemos llegar, que es de lo que se trata, mínimo de valerme por mi mismo, a ver qué tal", ha apuntado. Tras despertar de la operación, el paciente ha reconocido que se sentía "como si acabara de tener el accidente" y se estuviera recuperando. "Y como si no los hubiese perdido (los brazos) en ningún momento", ha añadido. DOS AÑOS SIN BRAZOS HASTA QUE HA LLEGADO EL TRASPLANTE Al no tolerar las prótesis de los miembros superiores y ver su dependencia total para las actividades más elementales de la vida diaria los doctores plantearon la posibilidad del trasplante, que debía pasar la aprobación de un comité ético, de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), órgano en el que están representados el Ministerio de Sanidad y las comunidades, que dio el visto bueno a la operación en junio de 2013. El director de la ONT, Rafael Matesanz reconoce que para dar el visto bueno a este tipo de intervenciones es necesario analizar la incapacidad total del paciente, ya que "la operación es muy compleja y los riesgos del tratamiento inmunosupresor que requerirá de por vida el paciente son altos". ENCONTRÓ DONANTE EN CINCO MESES "El paciente tiene estudios hechos de todo tipo", ha reconocido el doctor Casado, tanto de físicos como psicológicos, ya que "tiene unos brazos que ahora no son suyos, aunque son muy parecidos". De hecho, admite que el hospital ya han valorado una intervención similar en otros nueve pacientes que, por el momento, no se han considerado adecuados. Asimismo, Matesanz ha informado de que actualmente hay otro paciente en España a la espera de encontrar donante para un trasplante similar.