Instalar equipos de resonancia fuera de las unidades supone discriminar a los pacientes

Aparato de radiología
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 13 septiembre 2017 10:06

MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) ha hecho público un documento advirtiendo de que destinar, en exclusiva, equipos de tecnología de imagen a determinados servicios clínicos o quirúrgicos fuera de las Unidades Asistenciales de Diagnóstico por Técnicas de Imagen (AUDIT) supone "una discriminación para otros servicios y para los propios pacientes", ha declarado el vicepresidente de la SERAM, Pablo Valdés.

"Algunos centros hospitalarios públicos se están planteando invertir en resonancias y tomografía computerizada, que van a estar fuera de los servicios centralizados de radiodiagnóstico, y se van a destinar exclusivamente a determinados servicios clínicos como pueda ser cardiología", ha destacado el vicepresidente.

Este hecho, también, supone un aumento de los costes, una gestión menos optimizada de los recursos materiales y humanos, una menor seguridad para los pacientes, una peor calidad asistencial, y una atención sanitaria menos justa y equitativa. "No hay ningún argumento objetivo que justifique esta descentralización de los equipos de radiodiagnóstico", ha señalado Valdés

Actualmente, las UADIT centralizan los servicios de radiodiagnóstico de los hospitales. Esto garantiza que los médicos y técnicos estén cualificados para valorar si las pruebas prescritas son adecuadas, controlar la seguridad del paciente en cuanto a las emisiones de radiación o el uso de contrastes, y realizar informes pertinentes de manera clara y homogénea.

MENOS SEGURIDAD, MÁS COSTES

Aparte de surgir problemas relacionados con la calidad y la equidad de la atención médica, descentralizar los equipos puede generar un incremento injustificado de los costes, ya que los especialistas que disponen de sus propias pruebas de imagen tienen un aumento significativo de dichos diagnostico.

Asimismo, en los casos de autoderivación la tasa de frecuentación de los pacientes a las técnicas radiológicas, o sea, el número de exploraciones radiológicas por habitante, aumenta hasta en 2,48 veces.

En lo que respecta a la seguridad de los pacientes, los radiólogos advierten que la descentralización de la tecnología y su control por profesionales no radiólogos podría influir negativamente en la gestión de los criterios de radioprotección impuestos por la normativa europea y empeorar la gestión de la dosis radiológica en la población.