La hipertensión cuesta al Estado unos 3.600 millones de euros anuales

Actualizado: martes, 21 abril 2015 14:04

MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

La hipertensión le cuesta al Estado unos 3.600 millones de euros anuales, es decir, el 7,5 por ciento del presupuesto total de Sanidad, según ha afirmado la miembro del Consejo Asesor de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), que además ha añadido que 1 de cada 4 consultas de Atención Primaria está relacionadas con la hipertensión.

Sin embargo, esta cifra puede reducirse interviniendo más en el control del paciente y en su adherencia al tratamiento, ya que un paciente tratado pero no controlado le cuesta a la Administración casi un 14 por ciento más debido a las complicaciones que pueden derivar en hospitalizaciones, infartos de miocardio etc.

El presidente de la SEH-LELHA, Julián Segura, afirma que el problema de esta inversión es que no vería sus frutos hasta pasado un tiempo y "aunque no debería de ser así, nuestro sistema detecta muy bien el problema agudo, pero no aplica estrategias que vayan más allá de plazos cortos de tiempo", por lo que defiende que hay que cambiar el sistema sanitario y orientarlo hacia las enfermedades crónicas.

Por otro lado, Segura ha afirmado que el 80 por ciento de los pacientes diagnosticados de hipertensión necesitan fármacos para controlar su enfermedad. De hecho, hay muchas personas que necesitan hasta cuatro fármacos distintos, por lo que el acceso a la medicación debe ser fácil y barato al paciente.

En este sentido, Martell ha señalado que hay fármacos para tratar la hipertensión para los que el paciente tiene que pagar hasta el 60 por ciento de su valor. "Esto no debería seguir así. Tenemos que fomentar la adherencia a los tratamientos ya que en la actualidad, el 50 por ciento de los pacientes con hipertensión, no se toma los fármacos que tiene prescritos para controlar su enfermedad", ha añadido.

Por último, el presidente de la SEH-LELHA ha recordado que el paciente hipertenso necesita un acompañamiento, un recordatorio de que tiene que seguir tomando las pastillas, porque dado que se trata de una enfermedad no dolorosa, con el paso del tiempo, quien la sufre se relaja.