Expertos reclaman un cambio en el manejo de la válvula tricúspide

Publicado: lunes, 29 agosto 2016 14:00

   MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) ha reclamado un cambio en las guías de práctica clínica dirigidas a mejorar el manejo de la válvula tricúspide, la "gran olvidada", según han señalado desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

   La válvula tricúspide es la que conecta la aurícula derecha con el ventrículo derecho y siempre se ha considerado que su afectación tiene una repercusión menor que la de las válvulas aórtica o mitral. No obstante, "más de un tercio de los pacientes que sometemos a cirugía de la válvula mitral y aórtica desarrollarán insuficiencia tricúspide severa en el seguimiento", ha destacado la cardióloga del Hospital Clínico San Carlos, Patricia Mahía.

   Este hecho "tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente, que tiene que ser operado de nuevo, con el consiguiente aumento de la morbilidad y mortalidad a largo plazo", prosigue. "Si no se interviene en el momento de la cirugía primaria puede ocurrir este problema, pero los criterios que recogen las guías para intervenir son muy estrictos y mal definidos".

   NECESIDAD DE CAMBIAR LOS CRITERIOS

   Las guías de manejo clínico de las válvulas tricúspide recomiendan operar cuando el anillo de la válvula presenta un diámetro de 40 mm, y lo que propone este nuevo estudio es intervenir antes, a partir de los 35 mm. En el trabajo se ha evaluado la idoneidad de los criterios actuales en una cohorte de 109 pacientes con patología valvular reumática e insuficiencia tricúspide funcional.

   Con el punto de corte de 40 mm de dilatación del anillo, solo el 2 por ciento de los pacientes del estudio serían seleccionados para cirugía simultánea de la válvula tricúspide. Sin embargo, atendiendo a la recomendación de bajar el punto de corte a 35 mm, un 53 por ciento de los casos habría sido sometido a intervención.

   "En nuestro estudio hemos comprobado que en nuestro entorno los puntos de corte no se ajustan a la realidad, y subestiman la gravedad de la dilatación del anillo tricúspide. Si aplicamos un criterio de 40 mm, estamos dejando de operar a pacientes que van a evolucionar peor en el seguimiento, dejando sin tratamiento a pacientes que desarrollarán esa patología", ha concluido la doctora.