¿Qué hacer ante un ahogamiento?

Un Socorrista De Cruz Roja Vigila La Playa
Foto: CRUZ ROJA ALICANTE
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 15:26

   MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Cuando se presencia un ahogamiento, lo más recomendable es contactar al servicio de salvamento más cercano y no intentar rescatar a la persona que está en el agua, ya que hacerlo podría suponer un riesgo, tal y como ha explicado el responsable de salvamento marítimo de Cruz Roja, Francisco García. Este fin de semana han fallecido en España cinco personas ahogadas en playas y ríos.

   CONSEJOS ANTE UN AHOGAMIENTO

   "Lo más eficaz es, si hay servicio de salvamento, ponerles en conocimiento inmediato del caso para que procedan con seguridad. En caso de no haberlo, no se debe intentar un rescate, ya que un rescate es una cosa complicada y si no se está especialmente entrenado, puede procurar a los rescatadores profesionales un problema", ha explicado este experto a Europa Press.

   De esta forma, cuando se presencia un caso de ahogamiento, lo primero que se debe hacer es avisar a los profesionales de salvamento o llamar al 112 para que acuda un equipo de emergencia. Francisco García ha señalado que, salvo si se es una persona cualificada y bien entrenada, lo mejor es "no aventurarse solo, no exponerse y avisar a los servicios de emergencia".

   En el caso de que una persona experimentada logre sacar del agua a la víctima antes de que lleguen los equipos de emergencia, el siguiente paso es colocar al afectado en "posición lateral de seguridad, es decir, ponerla de lado y hacer una hiperextensión del cuello de forma que las vías respiratorias queden lo más permeables posibles. Hay que mantenerle en posición lateral por si se producen vómitos y secreciones, para que no se produzca un espisodio de asfixia", ha afirmado García.

   Algunas veces es difícil percibir si una persona se está ahogando hasta que se ha sumergido completamente o ha perdido el conocimiento. García ha explicado que las personas que sufren un ahogamiento presentan "movimientos espasmódicos, braceos inconexos, se sumerge y vuelve a salir, no progresa ni se mueve del sitio, lo que son indicios claros de que la persona está sufriendo un trance de ahogamiento y que precisa ayuda".

   Según el último dato publicado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, durante 2012 se produjeron 438 muertes por ahogamiento en España. Por su parte, Cruz Roja realizó 375 intervenciones de salvamento marítimo en 350 playas durante 2014, lo que incluye la atención y rescate de personas en casos de ahogamiento o que han resultado heridas por una zambullida. Estos datos son claves para entender la importancia de la prevención y la concienciación sobre los ahogamientos en medios acuáticos.

EL EXCESO DE CONFIANZA, LA PRINCIPAL CAUSA DE AHOGAMIENTOS

   Francisco García ha explicado que la mayoría de los casos de ahogamiento tienen lugar por el "exceso de confianza y la ausencia de pericia en el medio, además de sobrevalorar las fuerzas, no tener capacidad de evaluar el riesgo y no seguir las indicaciones que dan los socorristas".

   Por ello, la principal herramienta para evitar que aumente el número de heridos y muertos por casos de ahogamiento es la concienciación de los propios bañistas. "El primer eslabón en la cadena de socorro es el propio usuario, en el sentido de que las medidas de autoprotección tienen que ser planteadas por él y es la medida más eficaz y más potente", ha señalado García.

   Aunque el mayor número de casos de ahogamiento se produce entre adultos, no hay que olvidar que los niños y ancianos son grupos de riesgo y se les debe prestar especial atención. Fernando García ha explicado que "no hay que dejar que los niños se bañen solos. Siempre deben ir acompañados de un adulto que esté permanentemente velando por ellos, porque muchas veces se traslada al socorrista esa responsabilidad, pero el socorrista tiene que mantener la atención en toda la zona y no solo sobre dos o tres niños".

   Otra de las recomendaciones principales es no bañarse en lugares en los que no hay un equipo de salvamento, a pesar de que sean zonas habilitadas para el baño. García ha afirmado que "si no hay un servicio de vigilancia y salvamento que garantice que en un momento determinado podemos recibir una asistencia, lo mejor es no exponerse al riesgo".

   El siguiente consejo es no sobrevalorar las fuerzas de uno mismo, además de "entender que el medio acuático es un medio ajeno al ser humano, no es para lo que está adaptado y capacitado", ha destacado García. Por último, lo mejor es seguir y atender a las indicaciones de los socorristas presentes en la zona de baño.