Consejos contra la conjuntivitis primaveral

Optometrista
COORM
Actualizado: lunes, 1 junio 2015 11:07

MURCIA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

La escasez de lluvias ha provocado un incremento de la polución en los núcleos urbanos y, como consecuencia directa, el aumento de las alergias primaverales. Es el caso de la conjuntivitis alérgica que, este año, es mayor por la floración, la escasez de lluvia y, por tanto, el aumento de la polución.

Ante esta situación, el COORM, recomienda que el usuario se someta a revisiones periódicas en establecimientos sanitarios de óptica y extreme el cuidado de sus ojos, sobre todo, los usuarios de lentes de contacto, según han informado a través de un comunicado.

La presidenta del COORM, Ana Belén Almaida, ha indicado que "un 25 por ciento de la población padece conjuntivitis alérgica. Los usuarios de lentes de contacto, en el caso de manifestar síntomas, deberán acudir a su óptico-optometrista, que evaluará el estado de la adaptación e indicará la solución más adecuada para cada caso".

SÍNTOMAS DE LA CONJUNTIVITIS PRIMAVERAL

Entre los síntomas se encuentra el picor y enrojecimiento, la sensación de cuerpo extraño (arenilla o hinchazón de los párpados),

lagrimeo, ya que las glándulas de la conjuntiva reaccionan produciendo más lágrimas de lo normal; y fotofobia ligera o sensibilidad a la luz.

Todos estos síntomas podrán ir acompañados de molestias respiratorias, congestión nasal, tos, estornudos, picor de garganta y de nariz, síntomas típicos de alergias estacionales.

Para minimizar sus efectos, el COORM aconseja, si se usan lentes de contacto, limitar su uso cuando se tenga conjuntivitis, para no agravar la irritación ocular. También se puede optar por utilizarlas sólo por la tarde, cuando descienden los niveles de polen en la atmósfera.

Existen varios reemplazos para las lentes de contacto desechables. Una buena opción, podrían ser las lentes de reemplazo diario, que impiden la acumulación de los agentes alérgenos, porque se desechan tras cada uso.

Igualmente, se recomienda utilizar gafas de sol para protegerte del polvo y del resto de partículas en suspensión, especialmente recomendadas en usuarios de lentes de contacto; y evitar frotarse los ojos, el uso de compresas de agua fría, baños oculares o lágrimas artificiales.

Se debe procurar no salir a pasear por el campo o por parques, donde suele haber una mayor concentración de polen; cuando se viaje en coche, mantener subidas las ventanillas; evitar exponerse a ambientes con polvo, a animales domésticos o a agentes irritantes que agraven los síntomas (humo, cloro de las piscinas).

Finalmente, en casa, evitar la acumulación de polen cerrando las ventanas y manteniendo las superficies limpias con una bayeta húmeda; utilizar humidificadores y aparatos de aire acondicionado que dispongan de filtros específicos para el polen; extremar la higiene diaria y lavarse las manos con frecuencia.