Prueba para el autodiagnóstico del VIH
MYLAN
Publicado: martes, 23 enero 2018 14:38

MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Médicos y organizaciones dedicadas al VIH celebran que las farmacias españolas ya puedan vender sin receta médica los primeros autotest para el diagnóstico del virus, ya que su uso es "tan sencillo como el test de embarazo" y ayudará a reducir el elevado infradiagnóstico que hay en España, ya que actualmente hasta un 18 por ciento de los infectados desconocen que lo están.

"Va a ser clave para que España pueda cumplir con los objetivos que persigue ONUSIDA, que en el año 2020 al menos el 90 por ciento de las personas con VIH estén diagnosticadas", ha destacado el presidente de la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (Cesida), Ramón Espacio, durante el acto de presentación de la primera prueba de autodiagnóstico del virus que se comercializada en España, desarrollada por Mylan.

La prueba llega a las farmacias después de que el pasado 29 de diciembre el Consejo de Ministros aprobara un Real Decreto que modifica la legislación de productos sanitarios para diagnóstico 'in vitro', y en principio la compañía ha establecido que su precio no debe ser superior a 30 euros. De hecho, en algunas farmacias se vende incluso por 25,50 euros.

Según la compañía tiene una sensibilidad del 100%, lo que mide las probabilidades de que un sujeto infectado por el VIH tenga un resultado positivo, mientras que la probabilidad de que una persona no infectada dé negativo es aún mayor, del 99,8 por ciento. En ambos casos, similares a las pruebas estándar que se llevan a cabo en los laboratorios, ha apuntado el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Santiago Moreno.

Pero para este experto, la principal ventaja más allá de su fiabilidad es su rapidez (los resultados se conocen en menos de 20 minutos y sin necesidad de enviar la prueba a ningún laboratorio), su sencillez de uso (mediante un análisis de sangre basado en una técnica inmunocromatográfica) y la posibilidad de hacerla uno mismo.

MINIMIZA LAS "BARRERAS" PARA HACERSE LA PRUEBA

"La mitad de los nuevos diagnósticos en España son tardíos, cuando la enfermedad está avanzada, y se ha visto que entre las principales barreras para que la prueba no se pida más era la falta de intimidad o confianza en el médico", ha explicado Moreno.

Algo en lo que coincide el representante de Cesida, que de hecho cita un estudio realizado en 2016 en Reino Unido a hombres que tienen sexo con otros hombres, uno de los colectivos con más riesgo de infección, y el lugar preferido para realizarse la prueba es en el propio domicilio.

De hecho, la prueba ya se comercializa en otros países como Francia, donde el año de su lanzamiento (2015) se vendieron unas 140.000 unidades y el 55 por ciento de quienes la compraron dijeron que nunca se habría hecho la prueba si no existieran estos test, por falta de intimidad.

El doctor Moreno avisa de la importancia de tener en cuenta el periodo llamado 'ventana', que también existe en los test convencionales y es el tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de anticuerpos detectables. Suele durar unos 3 meses y durante el mismo la prueba puede dar un resultado negativo aunque la persona se haya infectado.

DESACONSEJAN USARLA TRAS CADA RELACIÓN DE RIESGO

Por ello, según Moreno, se recomienda que en caso de dar negativo tras una relación de riesgo o una exposición al virus se sigan tomando medidas de protección hasta confirmarse el resultado pasado ese periodo.

Este experto desaconseja recurrir al test después de cada relación de riesgo o usarlo para saber si se pueden tener relaciones sexuales sin protección. Además, lamenta que "el único pero" es cómo atender el posible impacto psicológico que pueda tener un caso positivo, para lo que el test ofrece un teléfono gratuito (900 102 803) atendido por Cesida al que se puede llamar en el momento de hacerse la prueba.

En caso dar positivo, Moreno considera que los pacientes pueden tardar en torno a un mes en comenzar el tratamiento, lo que es clave para controlar la infección y evitar que puedan causar nuevos contagios.

"Los tratamientos son altamente eficaces y permiten que la esperanza de vida y la calidad sean ya similares a la población general, pero para usarlos primero hay que diagnosticar la enfermedad", ha sentenciado.