Más de 100.000 pacientes con hepatitis C se beneficiarían de los medicamentos de última generación

Actualizado: viernes, 20 febrero 2015 18:05

MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Más de 100.000 pacientes con hepatitis C se podrían beneficiar de los nuevos medicamentos de última generación contra la enfermedad después de que el Ministerio de Sanidad haya decidido ampliar sus criterios de uso para tratar también a pacientes con fibrosis menos avanzadas.

   Así lo ha asegurado el presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, Mario Cortés, tras haberse reunido con representantes del Ministerio para conocer el borrador del Plan Nacional contra la enfermedad que desde primeros de año está elaborando un comité de expertos liderado por el hepatólogo Joan Rodés.

   Precisamente ha sido Rodés quien ha trasladado a los afectados que en España hay unas 200.000 personas con el virus de los cuales el 54 por ciento necesitarían ser tratados con estos medicamentos en función de los criterios de uso que incluirá el plan, que cuando esté listo debe ser aprobado por las comunidades en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).

    Sin embargo, el Ministerio ha afirmado que las cifras que se han dado a conocer carecen de rigor, pues en las reuniones no ha manejado ninguna estimación numérica en términos absolutos.

SE AMPLÍAN LAS RECOMENDACIONES INICIALES

   En virtud del borrador que ha trasladado el Ministerio a los pacientes y a una docena de sociedades científicas con los que se ha reunido previamente, estos fármacos --que han demostrado una eficacia superior al 90 por ciento pero tienen un elevado precio-- se podrían usar a partir de fibrosis de grado F2, incluyendo también grados más avanzados (F3 y F4), así como pacientes cirróticos, trasplantados e incluso reinfectados.

   Unos criterios que ampliarían las recomendaciones iniciales que elaboró el Ministerio cuando se aprobaron estos fármacos, tanto en sus informes de posicionamiento terapéutico (IPT) como en las guías terapéuticas, que los limitaban a pacientes más avanzados.

   Según las estimaciones facilitadas por el comité de expertos a pacientes y sociedades científicas, en grado F4 estarían el 22 por ciento de los pacientes que ya están diagnosticados, un 15 por ciento en F3 y un 17 por ciento en F2.

   No obstante, el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), Jaume Bosch, ha aclarado a Europa Press que estos porcentajes corresponden a una muestra de pacientes con la que trabaja el Ministerio pero el dato real puede variar.

PARA LOS HEPATÓLOGOS, NO SERÁN MÁS DEL 30%

   "Nosotros pensamos que los F2, F3 y F4 no deberían ser más del 30 por ciento. Una muestra puede falsear las cosas", ha reconocido este experto, que pide esperar al registro que están elaborando las comunidades.

   Asimismo, en virtud de las nuevas recomendaciones quedarían fuera, de momento, los pacientes con fibrosis más iniciales, los F1, que representan el 22 por ciento de los pacientes diagnosticados, y los F0, que tienen el virus pero no presentan lesiones en el hígado.

   Estos casos, según ha explicado Bosch, pueden esperar muchos años ya que puede que incluso nunca evolucione la enfermedad". No obstante, el plan plantearía la posibilidad de usar los fármacos en estos pacientes en determinadas ocasiones, como en mujeres en edad fértil en las que "aumenta el riesgo de transmisión del virus".

   No obstante, este experto cree que España se convierte en uno de los pacientes "más generosos" a la hora de tratar la hepatitis C, y celebra que el Ministerio haya "rectificado" para "atender a criterios médicos".

"Lo importante es tratar a todos los que lo necesiten y el médico tendrá capacidad de decidir qué tratamiento entre todos los que hay aprobados. No nos van a obligar a tratar con unos u otros. El mejor que el médico considere para el paciente. Más de esto los médicos no podemos pedir", ha argumentado.

PLAZOS MÁXIMOS DE ACCESO AL TRATAMIENTO

   Del mismo modo, Bosch ha avanzado que Sanidad establece en el borrador del plan que el plazo máximo que tiene que pasar entre que un médico prescribe el tratamiento y lo recibe el paciente no debe superar las tres semanas.

   El objetivo de esta medida, a su juicio, es conseguir que el sistema de dispensación debe ser muy ágil y "no debe pasar por comités que lo retrasarían bastante más".

   "Es fantástico si se consigue", ha aclarado el presidente de la AEEH, que también celebra que tanto la prescripción como la dispensación de estos medicamentos debe ser hospitalaria, ya que "un tratamiento de estas características debe estar controlado".

   No obstante, este experto recuerda que esto "solo es un borrador" y habrá que esperar al texto definitivo que aprueben las comunidades para que comience a ser ejecutivo y se garantice que no va a haber diferencias en su aplicación.