Una hormona que regula el apetito pierde su capacidad en personas obesas

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Actualizado: miércoles, 21 agosto 2013 9:49


MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

El glucagón, una hormona implicada en la regulación del apetito, pierde su capacidad de ayudar a la gente obesa a sentirse llena después de una comida, pero continúa suprimiendo la sensación de hambre en las personas con diabetes tipo 1, según un reciente estudio aceptado para su publicación en 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism'.

La función principal del glucagón, una hormona secretada por el páncreas, es alertar para que el cuerpo libere glucosa almacenada cuando el azúcar en la sangre baja demasiado. Sin embargo, la creciente evidencia sugiere que la hormona también puede jugar un papel en el control de la ingesta de alimentos y la sensación de saciedad, señalando al cuerpo que reduzca los niveles de otras hormonas del apetito, como la grelina.

"Una vez que una persona se vuelve obesa, el glucagón no induce la sensación de saciedad", sentencia el autor principal del estudio, Ayman M. Arafat, de la Facultad de Medicina de la Universidad Charité en Berlín, Alemania. "Se necesita más investigación para determinar por qué el glucagón no suprime el apetito de manera efectiva en esta población, a pesar de que están en buen estado."

En el estudio doble ciego prospectivo y controlado por placebo se investigaron los niveles de glucagón y el apetito de once personas obesas, 13 personas con diabetes tipo 1 y 13 personas delgadas. Los participantes recibieron inyecciones de glucagón o un placebo y, posteriormente, los científicos midieron el apetito de los participantes mediante una escala de saciedad, así como los niveles de la hormona del apetito grelina.

Los sentimientos de plenitud no difirieron entre los participantes obesos que recibieron inyecciones de glucagón y los que se les dio el placebo. En comparación, los participantes delgados o que tenían diabetes tipo 1 dijeron sentirse mucho más llenos después de recibir el glucagón, una respuesta a la hormona que fue detectable en esta población, incluso 24 horas después de administrarla. "Los hallazgos podrían influir en los esfuerzos para desarrollar nuevos tratamientos contra la obesidad y la diabetes", señaló Arafat.