ACAI dice que la reforma de la Ley llevará a la "clandestinidad" al 99% de afectadas por alguna patología fetal

Actualizado: lunes, 2 septiembre 2013 11:12

Unas 3.000 mujeres se someten cada año en España a un aborto por este motivo


MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), la doctora Francisca García, denuncia que la reforma de la Ley del Aborto llevará a la "clandestinidad" al 99,9 por ciento de las 3.000 mujeres afectadas por alguna patología fetal, como puede ser una anomalía congénita, un defecto cromosomático u otra enfermedad fetal.

Así lo ha señalado la sanitaria a Europa Press, en respuesta a las declaraciones realizadas este lunes en Radio Nacional de España por parte del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, en las que ha asegurado que la reforma de la legislación se presentará en octubre respetando "el discurso histórico" del PP.

A juicio de García, si ésta se realiza volviendo a la Ley de supuestos, pero de manera más restrictiva, será "un grave retroceso", y es que la sociedad civil española "no responde a esa mentalidad que sólo tiene que ver con cuestiones ideológicas".

Para ella, la nueva Ley supondrá que la mayoría de las mujeres afectadas por patología fetal estén "condenadas a no abortar o a la clandestinidad", ya que sólo serían incompatibles con la vida un 0,09 por ciento. Además, sostiene que también va a ser más restrictivo el acceso por salud física o psíquica porque algunos sectores lo consideran "un coladero", algo que considera "un invento".

Según García, la reforma haría que el derecho de las mujeres a decidir su maternidad estuviera cuestionado, ya que supondría "una Ley más dura que la del 85". A su juicio, "decidirían por ellas jueces y médicos, como ocurría en el pasado".

Por último, la representante de ACAI subraya que la realidad del aborto es que "las cifras se han mantenido", motivo por el que considera que "no hay un cambio que justifique una modificación legislativa". En su opinión, "Gallardón tenía que hacerla de cara a los sectores más de derecha de su partido".